Preparación física para el trekking
¿Por qué prepararse para un trekking?
El trekking, y más generalmente el senderismo, son hoy en día una de las actividades en plena expansión. Según wipiedia, el trekking consiste en: « caminatas itinerantes de varios días, con vivacs en las noches »
Esta definición, aunque generalista, nos da las grandes lineas a tener en cuenta. La noción de « itinerante » y la de duración en el tiempo. Los y las que se lanzan a hacer un trek deben esperar pues un esfuerzo físico durante varios días. E incluso semanas en las travesías más largas. Un recorrido « itinerante » nos dice que los días transcurrirán por senderos de diferentes terrenos y altitudes. Y el término « vivac » nos indica que posiblemente las noches transcurrirán también en sitios diferentes. Con un confort variable y una recuperación física seguramente no óptima.
Estos parámetros nos indican claramente que los trekkings no son simples paseos por el campo y que la noción de esfuerzo físico está bien presente. Además, deberemos tener también en cuenta la meteorología, que en ciertas condiciones de frío, viento o humedad pone todavía más a prueba el organismo.
Antes de partir a la aventura es importante prepararse minuciosamente la expedición. Para alcanzar no solamente « objetivos deportivos », sino para disfrutar al máximo la caminata que nos espera. Así, podrás vivir más profundamente los momentos del camino tales como grandes paisajes, encuentros a lo largo del camino, las despedidas, la convivencia… Todos los preciosos momentos que se viven en el camino.
Algunos consejos para optimizar tu preparación física
El entrenamiento deberá empezar algunas semanas antes de comenzar la expedición. El comienzo del trekking debe considerarse el resultado final de tu inversión personal.
Hay muchos parámetros a tener en cuenta para llevar a buen puerto nuestro recorrido. La clave de la preparación es dejar lo menos posible al azar. Anticipando los problemas que pudieran producirse y adoptando un comportamiento adecuado podrás evitar situaciones estresantes durante tu periplo.
Lo primero será planificar meticulosamente cada etapa. Teniendo en cuenta la longitud, el desnivel, los puntos donde se reabastecer de agua, los sitios para el vívac, etc. Si tu trekking es organizado por una agencia, seguramente estos puntos serán los que se encargarán de tener controlados.
El tipo de material que escojas
Deberá estar adaptado al máximo a los terrenos y condiciones que te vas a encontrar y deberán proporcionarte el mejor confort durante su uso. La mochila y el calzado deberán ser utilizados lo más posible antes de salir, a fin de evitar los dolores y rozaduras típicos del uso de material demasiado nuevo.
Cuando llenas la mochila, debes hacerlo de la forma más ligera posible. Mucha atención para no cargarse con material superfluo, que no utilizaremos. Todo debe estar calculado: el peso de la tienda, la utilización de tejidos calentitos, ligeros y que quepan en poco espacio, optimización de los víveres disponible, etc… todo esto te permitirá ahorrarte unos preciosos kilos de carga, lo cual te facilitará la progresión ahorrándote esfuerzo físico (¡y mucho más en grandes altitudes o fuertes desniveles!)
El « equilibrado » de tu mochila te permitirá caminar más confortablemente. Sitúa los objetos pesados en la parte baja de la mochila, para bajar el centro de gravedad y disminuir el balanceo.
El calzado es primordial para llevar a buen puerto tu proyecto. Las botas deberán ser confortables, ligeras y resistentes. Durante toda la duración de la expedición deberás tener especial cuidado en mantener tus pies « en buena salud », ya que si no lo haces te arriesgas a que te hagan sufrir enormemente y te ralenticen en tu avance (¡e incluso que te hagan abandonar!). Por todo esto, el cuidado de tus pies y zapatos es primordial. Sobre todo, camina con ellos varias veces antes de empezar tu trek. Muchas personas ignoran estos consejos por falta de tiempo o exceso de confianza… y no tardan en lamentarlo.
Estar atento a la alimentación
Algunos meses antes de la salida debes cuidar adecuadamente tu alimentación para llegar al Día D al 100% de tus capacidades físicas y mentales. Hay algunas reglas higiénico-estéticas que no son ignorables: aliméntate correctamente, reduce o abandona el consumo de alcohol y/o tabaco, practica regularmente una actividad física, dormir suficientemente para favorecer la recuperación, evitar el stress…